Científicos de la basura

La basura de la playa tiene un origen local: publicados los resultados de la investigación de ciencia ciudadana que abarcó 12.000 km de la costa este del Pacífico

El estudio determinó que la basura marina en la costa este del Pacífico es principalmente de origen local y contribuye con una primera base de datos internacional sobre la que se podrán monitorear las acciones del Tratado Global del Plástico que está impulsando Naciones Unidas.

Reducir y prevenir la acumulación de basura marina en los océanos se ha convertido en uno de los grandes desafíos ambientales de nuestro tiempo. Proponer soluciones factibles a la contaminación por basura marina requiere tener conocimiento científico sobre cuánta se acumula, de qué tipo y dónde se origina. Si bien existía información sobre la basura marina en las playas de Chile y Ecuador, el conocimiento era muy escaso en el resto de países de Latinoamérica en la costa este del Pacífico.

Con el objetivo de generar este conocimiento científico, el programa de ciencia ciudadana Científicos de la Basura junto con Fundación VALVE coordinaron en 2021 el I Muestreo Internacional de Macrobasura en playas de arena. Este sencillo muestreo permite obtener medidas estandarizadas de la basura en las playas y así comparar entre diferentes lugares. Más de 700 voluntarias y voluntarios de México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Chile hicieron el muestreo en 130 playas, cubriendo 12.000 km de línea de la costa este del Pacífico. Tras una exhaustiva validación de los datos, el proceso ha culminado con la publicación del estudio en la revista internacional Marine Pollution Bulletin (descargar artículo).

Los resultados del estudio indicaron que la basura en la costa este del Pacífico está presente en todas las playas, solo una playa no tuvo basura. En promedio, las abundancias más altas se registraron en Colombia (2,2 ítemes de basura/m2) y Costa Rica (2 ítemes de basura/m2). De los tipos de basura investigados, el más abundante fue el plástico (63%) y en segundo lugar las colillas de cigarro (10%). Además, la zona alta de las playas, alejada del agua y cercana a la carretera o paseo marítimo, tenían mayores acumulaciones de basura. Estos resultados sugieren que la basura se origina localmente, es decir, las mismas personas que visitan o viven en estos países son principales responsables. Por tanto, las acciones para prevenir que la basura llegue al océano deben enfocarse primeramente en un manejo eficiente de las actividades socioeconómicas que ocurren en la zona costera.

Complementando a lo anterior, los análisis sugirieron que el manejo deficiente de la basura domiciliaria local influye en mayores cantidades de plástico en las playas. Este efecto se magnifica en Centroamérica, donde las cuencas hidrográficas altamente pobladas se conectan con el océano. Prevenir el problema en estos países requiere reconocer la conexión entre las zonas pobladas, los ríos y la costa, proponiendo estrategias de gestión que integren todos estos elementos. La Organización de las Naciones Unidas impulsó una resolución para crear un Tratado del Plástico de alcance global que busca terminar con este tipo de contaminación. En el Comité Intergubernamental de Negociación designado se encuentran representantes de muchos de los países que participan en este estudio. Este instrumento legislativo se suma a la regulación nacional con la que ya cuentan algunos países para reducir el plástico y las colillas de cigarro en las playas. Los esfuerzos deberían conducir a la extinción del plástico, especialmente el de un solo uso, con una reducción drástica de su presencia en nuestras vidas y en las playas. Los científicos ciudadanos estamos atentos para comprobar científicamente si las regulaciones adoptadas conducen a la reducción de la basura en las playas.

Científicos de la Basura además quiere llamar a todas las personas conscientes del problema a tomar acción. “Continuar realizando estudios y monitoreos de la basura marina con la participación de ciudadanos es fundamental no solo por la cobertura geográfica o por la diversidad de personas que participan, sino también porque la gente puede observar y conocer in situ lo qué está ocurriendo sin que nadie se lo diga. Además, para intentar buscar soluciones al problema, qué mejor que considerar las ideas que surgen desde las mismas personas que habitan en las diferentes localidades y países”, destaca el Doctor Nelson Vásquez de la Universidad Católica del Norte (Coquimbo), director del programa Científicos de la Basura. Para guiar a las personas a realizar su contribución, Científicos de la Basura dispone de materiales para desarrollar un Plan de mitigación y/o prevención de la basura marina en su playa local (aquí).

A la izquierda se compara el promedio de la abundancia de basura por país, expresada en unidades estandarizadas de número de ítems por metro cuadrado de playa. A la derecha se observa la composición de la basura. El gráfico de barras permite comparar la proporción de plástico (verde) y colillas de cigarro (rojo) en la basura encontrada por país, expresado en %. El gráfico de torta indica la composición total de la basura encontrada en todos los países, con un total de 21.360 ítemes evaluados y clasificados en papel, metal, vidrio, mascarillas, plástico, colillas de cigarro, madera procesada y otros tipos de basura.

Participantes de la red internacional de Científicos de la Basura pertenecientes a 11 países en un entrenamiento del muestreo de macrobasura en playas en Coquimbo (Chile). Créditos: Carlos Cortés.

Con mucha motivación las voluntarias y los voluntarios hicieron el muestreo en la playa de su localidad contribuyendo al conocimiento científico de la basura. Créditos: Yandry M. López. Ligüiqui, Manta (Ecuador).